Mi día Internacional para los Hombres

En retrospectiva a lo que ha sido una vida rodeada de hombres, con quienes he aprendido a convivir y sobrevivir. También gracias a ellos desarrollé una habilidad por saber relacionarme con el sexo opuesto sin parecer la típica mujer banal y distraída en su mundo de barbie, aunque debo confesar que sí tengo mi lado rosado. En vista que los hombres no tienen un día internacional pero sí la celebración de un padre, he decidido destacar su importancia y quise ubicarlos en diferentes niveles en cuanto a mis sentimientos de fémina se trata. Tal cual liga de beisbol a estos chicos los coloco desde los amateur (fuera de cualquier liga) hasta las ligas mayores.

Puedo distinguir a los amateur; son esos que aparecen una vez en la vida, una sonrisa linda, quizás la frase inolvidable o sólo una conversación de horas pero hasta allí. De ellos aprendes a ser relajada, espontanea y tomar los problemas existenciales con calma.

Están los A. En esta liga ponemos a los que te dicen cosas “estas en la flor de la edad perfect”. Sí a esos que terminas adoptando porque fácilmente podrían ser tus hermanitos. Con los que discutes sobre video juegos y libros. Gracias a ellos desarrollas una aptitud de hermana mayor, mamá prematura o amiga incondicional, siempre trataras de protegerlos y guiarlos.

Los semi-profesionales, es decir, los AA, son con quienes has tenido que crecer. Discusiones, juegos, golpes, insultos e incluso el amor. Este nivel es significativo, aquí juegan los que nunca sacarás de tu corazón por más que lo desees. Estos chicos son clave, con ellos aprendes de carros, videos juegos, golpes, chistes machistas, cuentos sobre mujeres, en fin, detalles interesante de cómo es la vida y el pensar del sexo opuesto.

El grupo de la liga profesional o los AAA, es mucho más reducida que la anterior. Digamos que es exclusiva. Aquí sólo están los grandes, los que admiras, amas y en algunos casos clasifican en este nivel aquel con quien planeas estar el resto de tu vida. Son el ejemplo a seguir, caminas siguiendo sus pasos o al lado de ellos. Con estos hombres entiendes los verdaderos problemas de éste género “básico” como usualmente dicen las mujeres. Ellos son el apoyo, la complicidad, comprensión, honestidad, entre otras cosas, también saben cómo amargarte la vida.

Finalmente, la liga mayores. Este sí que es un grupo selectivo. Pienso y quizás me equivoque pero este es el lugar de un solo hombre en la vida de una mujer. Aquel que te da todo desinteresadamente, permite que con un beso, abrazo o una mirada barata le quites lo quesea. Hombre que enseña a amar, trabajar, decidir, pelear por los sueños, pilar fuerte en las adversidades. Soporta los cambios de humor, te abraza cuando menos lo esperas, te responde esas interrogantes que van desde los deportes hasta cómo se enamoró. Es el verdadero “Padre de la novia”, nunca dejará de verte como una niña, y tú no olvidarás cuando cada tarde llegaba con algún chocolate o presente que robaba una sonrisa de amor. Es él quien da la vida por ti. Es el mejor hombre del mundo “mi papá”.