Aaaannhh! Comedias románticas… hacen suspirar hasta a la mujer más recia. Son aquellas historias en las que dos personas terminan en un “happy endding” (final feliz). Vemos a los hombres con quienes soñamos vivir, aunque no se lo mencionemos a los demás pero en ocasiones solemos decir ¡Me fascina tal actor! Cuando en realidad, nos encantan son los personajes creados por la imaginación de otras féminas dedicadas a hacernos desear a uno de ellos.
Hasta hace poco pensé que no existían y eran hombres perfectos, pero esto no es cierto. En 120 minutos, un guionista no va a destacar los defectos de un personaje y quizás por eso vemos todo tan ideal.
Puedo decir que conozco hombres con algunas características típicas de esos personajes que “take you breath away” (te dejan sin respiración).
Este es el tipo de hombre negado al divorcio, pues querrá demostrarte lo que es capaz de hacer por recuperar tu amor. Cree fielmente que su alma gemela se puede conseguir a los 13 años, tal como lo hizo Josh Lucas en “Sweet Home Alabama” (No me olvides)
También iría contigo a ver un concierto de tu cantante favorito para verte corear las canciones de odiar esto con todo su ser y aunque no diga “Bullshit” es muy bueno jugando scrabble, muy similar a Matthew McConaughey en “How to lose a man in ten days” (cómo perder a un hombre en diez días).
Él sería capaz de enamorarte cada día más con detalles y chistes sobre cómo se conocieron. También es propio de estos hombres de ensueño, corear canciones improvisadas con seudónimos creativos que te hagan reír a carcajadas, tal como lo hace el carismático Adam Sandler en “50 firsts date” (Mis primeras cincuenta citas).
Sé de unos que tienen algo de Jimmy Fallon en “Fever picht” (Amor en juego). Ellos son de los que dejarían de ir a un juego de fútbol sólo para compartir un “quality time” (tiempo de calidad) contigo y tus muy peculiares amigos.
Y ni hablar de los novios de película, que no sólo son bellos, sino que no les importa cuán extraña y numerosa sea tu familia, simplemente porque te ama y quiere casarse contigo, como lo hace John Corbett en “My big fat greek wedding” (Mi gran boda griega).
Ellos, los protagonistas de tus sueños -propios de Hollywood- no se van hasta asegurarse que estás a salvo en los brazos de Morfeo y si te levantas a media noche te regalaran su más linda sonrisa en close up como lo hizo Robert Pattinson en “Twilight” (Crepúsculo).
Para mí, el mejor ejemplo de estos “personajes” y aunque él no es de película, merece ser nombrado: Mattew Perry (Friends), sabe cómo ser tu mejor amigo, se burla de ti pero te defiende, te complace en tus manías -por más ridículas que sean- y llegaría al extremo de pedirte matrimonio sólo para que lo perdones.
No me cabe duda de que los hombres de película sí existen. Mi consejo: No lo dejes ir. Él está ahí mirándote, consintiéndote, diciéndote algún chiste, escribiendo un mensaje de esos que te dejan sin palabras…
Por mi parte espero que, el chico ganador del casting para interpretar la figura protagónica de mi propia comedia romántica -al mejor estilo de Hollywood-, destaque sus capacidades de dulzura y pasión tal como lo hizo Ryan Gosling en “the notebook” (El diario de Noah).
